martes, 29 de noviembre de 2011

DEVELANDO LOS SECRETOS EL SEXO




Siempre he creído que las mujeres son algo ingenuas y románticas.

Todavía recuerdo aquel calido atardecer de primavera, con flores fragantes y pájaros revoloteando en la ramas, cuando mi esposa me planteo su inquietud.

Creía que nuestro hijo adolescente, ya contaba con edad suficiente para que yo le hablase sobre el sexo. Presentía el vigor y la ansiedad del muchacho, e improvisaba ejemplos tomados del sugestivo paisaje invitándome a que yo los usara.

De pronto, paso el mejor ejemplo, una pareja de tórtolas. Ella me tomo de la mano y me imploro susurrante:
-         Nuestro hijo crece de prisa y el tiempo  le regala inquietudes, para las cuales posiblemente no tenga respuestas. Comparte secretos con el, que la naturaleza en el jardín los esta gritando. Mira que están haciendo los tórtolas. Prométeme que hablaras con el.

Esa noche, cuando se fue a acostar lo acompañe a su cuarto y con voz cómplice aludí a aquel día, cuando se accidento nuestro carro y tuvimos que pedir albergue en una posada. 

Evoque lo que habíamos hecho, yo con la dueña del lugar y el con su hija.

Y luego cumplí mi promesa. 

Le dije que su madre quería que el supiese que los pájaros hacen lo mismo.

(Este es un cuento co escrito con mi madre hace ya mucho tiempo para la Catedra de Estilo y Redaccion... al leerlo, sigo dibujando una sonrisa que quiero compartir con ustedes. Disfrutenlo!)

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